Los emulsionantes, aditivos alimentarios comunes presentes en muchos alimentos procesados.
Se encuentran como aderezos para ensaladas, productos horneados y helados, ayudan a mezclar ingredientes que típicamente no se combinan, como el aceite y el agua.
Estudios recientes sugieren que los emulsionantes contribuyen a la disrupción del microbioma intestinal, la inflamación crónica y potencialmente otros problemas de salud, incluyendo resistencia a la insulina y deterioro cognitivo. Los emulsionantes naturales parecen ser menos perjudiciales que los sintéticos, siendo el polisorbato 80 y la carboximetilcelulosa algunos de los más disruptivos.
Estos aditivos pueden fomentar bacterias dañinas mientras reducen las beneficiosas en el intestino, impactando potencialmente el metabolismo y el sistema inmunológico.
Los expertos recomiendan minimizar la ingesta de alimentos procesados para mantener la salud intestinal, enfocándose en alimentos integrales y mínimamente procesados ricos en fibra.